A contrareloj, con ataques de risa de madrugada incluídos.
Momento álgido cuando alguien pierde el norte y decide que no cambiaría estos momentos por nada en el mundo.
Cuatro pisos de escaleras y dos calles arriba y abajo cada dos horas.
Con la hora pegada al culo y el coche en la puerta decidimos ir andando, porque nosotras lo valemos.
Para rematar, encuentro de gente rara en correos.
Y se va volando rumbo al norte.
Lo que no haga una por amor al arte...
30.6.09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
De alguien que pierde el norte......GeNIAL!!!!!!!!!!!!!!
te tengo dicho que tienes que dormir más... la próxima vez que lo pierdas quiero estar cerca para verlo.
Publicar un comentario