En medio de esa densidad, pesadamente, se gira y extiende la mano para encontrar un vacío donde no debería. Busca algo de claridad en la espesura apartando telarañas. La visión le sacude de pronto y le hace encogerse para intentar evitar los golpes. Inmóvil deja pasar el tiempo. Con magulladuras por todas partes se incorpora y llama sin voz para no obtener respuesta.
28.8.10
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